Para muchas culturas el tejido explica el sentido del mundo. La luna, principal astro femenino, es el que ha dotado a las mujeres de este don y ha hecho que cada artesana imprima no solo su visión de la vida, sino también sus sentimientos, ideas, tristezas y alegrías. En el telar de cintura existe un vínculo profundo y cósmico que permite que el destino y la imaginación entrame la vida y la muerte, todo en un mismo ciclo.

En las distintas comunidades de Los Altos de Chiapas, el tejido y su proceso es parecido, pero cada región mantiene características específicas. El proceso comienza con la preparación de los materiales, los hilos, piezas fundamentales que se entralazan y preparan en los urdidores para dar paso al comienzo de la obra. En un último paso, las mujeres montan el telar de cintura y comienzan a trabajar los hilos como si tejieran sus propios destinos.

Como espejo de los procesos milenarios del telar de cintura, María Pérez Pérez, María López Ruíz y otras 47 compañeras tejedoras, han sido parte de una evolución personal y profesional para dar a luz el emprendimiento social Juxta Nation, en la que se incentiva la autonomía y la autogestión de la mujer artesana como diseñadora de modas, emprendedora y agente de cambio.

Juxta Nation entrelaza armoniosamente el diseño contemporáneo de alta calidad, el comercio justo y consciente y la preservación y valorización del patrimonio cultural de los pueblos originarios, surgiendo como referentes de la moda contemporánea Latinoamericana.

Así, Juxta Nation se posiciona como un vehículo de transformación integral no solo para las artesanas quienes, además de diseñadoras, son socias y dueñas del emprendimiento, sino también para sus familias y comunidades, cuyo propósito final es alcanzar el Lekil Kuxlejal o “armonía de vida” según la cosmogonía Maya.